martes, 28 de junio de 2011



y brindemos    por lo que   viene  y  se  va 
a veces pienso que están mal algunas cosas que siento..
Pero basta ya de eso
 hecha pá fuera el      bye    bye    bom 
No tengo tiempo ahora de eso, estoy en otra canción
                                   se acabó. 

miércoles, 15 de junio de 2011

bla bla bla bla blaaaaaa bla bla

Escucho. Escucho su sonido de a poco. Muy despacito me voy dando cuenta que se trata de ella. Y entonces, con cautela, albergo la esperanza. Espero, porque más de una vez fue solo una confusión y se trató de alguna otra cosa efímera y fugaz. Y entonces, cuando veo que persiste, casi con la sonrisa ya dibujada en el rostro, voy hasta la ventana del comedor para comprobarlo. Y las luces de la calle lo iluminan todo. Sí, hasta la sutil consistencia propia de ella es bañada por el reflejo amarillento de los faroles que están afuera. Y todo cambia. No me pregunten por qué, pero la noche se vuelve mucho más hermosa. Todo se aprecia de un modo distinto, todo queda bajo su encanto. Adentro, el sonido de cada gota vale casi lo mismo que un pedazo de chocolate. Adentro, me quiero inflar hasta flotar: que no pare. Y casi riendo festejo: llueve

viernes, 10 de junio de 2011

un inconscieente ya inmanejable

Solo te pido un abrazo más que me apriete mucho más que ayer. Solo te pido una mirada más, que a traves de ella pueda ver las cosas que hacen y sienten tipos como vos: los que mueren de pie. Solo te pido un consejo más que por siempre deba recordar. Solo te pido un enojo más para saber que camino tomar. Y cuando mi hijo pregunte por su abuelo le diré que esta en un lugar mágico, que está en el cielo
y siempre lo va a guiar, siempre lo va a guiar, siempre lo va a guiar. Solo te pido una sonrisa más para saber como sonreír de aquí en más. Solo quisiera hacerte el mejor favor para que mi culpa se vaya como el sol y la luna no me reproche lo que el tiempo no me dejo vivir con vos. Solo te pido una lagrima más que inunde todo mi corazón; solo quisiera una última despedida que manche de alegría el resto de mi vida. Y cuando lágrimas de luto caen en tu mejilla entiendo que no tendré lo que más quiero: ese minuto mas...solo un minuto más, solo un minuto más...
Las pastillas del abuelo