miércoles, 21 de septiembre de 2011

torres de caramelo

Necesito alguien que me emparche un poco
y que limpie mi cabeza.
Que cocine guisos de madre,
postres de abuela y torres de caramelo

Que ponga tachuelas en mis zapatos
para que me acuerde que voy caminando,
y que cuelgue mi mente de una soga
hasta que se seque de problemas y me lleve...

Y que esté en mi cama viernes y domingos
para estar en su alma todos los demás días de mi vida.
Y que me quiera cuando estoy, cuando me voy, cuando me fui;
y que sepa servir el té, besarme después y echar a reir.

Y que conozca las palabras que jamás le voy a decir
y que no le importe mi ropa, si total me voy a desvestir
para amarla, para amarla.


martes, 20 de septiembre de 2011

" La derecha es el orden de la cotidiana humillación de la mayoría" 
Eduardo Galeano

Se dice que cuando Dios creó el mundo, para que los hombres prosperasen decidió concederles dos virtudes.
A los suizos les hizo ordenados y cumplidores de la Ley.
A los ingleses les hizo persistentes y estudiosos.
A los japoneses les hizo trabajadores y pacientes.
A los italianos alegres y románticos.
A los franceses les hizo cultos y refinados.
Y cuando llegó a los argentinos se volvió hacia el ángel que tomaba nota y le dijo: “Los argentinos van a ser inteligentes, buenas personas y del PRO.”
Cuando acabó de crear el mundo, el ángel le dijo a Dios: “Señor, le diste a todos los pueblos dos virtudes y a los argentinos tres.”
Entonces Dios reaccionó y dijo: Tenés razón..... pero bueno, como las virtudes divinas no se pueden quitar... que los argentinos puedan tener cualquiera de las tres, pero la misma persona no podrá tener más de dos virtudes a la vez.
Así es que: El argentino que sea del PRO y buena persona, no puede ser inteligente.
El que es inteligente y del PRO, no puede ser buena persona.
Y el que es inteligente y buena persona, no puede ser del PRO.
Palabra de Dios.

#unatapaparaclarin

Algunos tuits pronosticando la tapa de hoy de clarin:

@lapelotanodobla: "De los 12 países que integran la UNASUR, Cristina sólo ganó en uno"
@leot: "Pésima elección para el Kirchnerismo en las Islas Malvinas"
@anyuletta: "Derrota contundente del kirchnerismo en manos del cristinismo"
@cotlon: ¨El humo de los choripanes provoca demoras en los vuelos¨
@heguido: Altamira superó la base de 400.000 votos. Cristina también.
@fko: "ELECCIÓN REÑIDA: CFK 50,03% El resto 49,97%"
@lilimos: "FRAUDE: Habrían robado TODAS las boletas de Cobos"
@lauramufal:"Desinformados: La gente habria creido que el voto era en contra"
@valencarp: "El país paralizado: mañana debuta River en la B"
@guerlloy: "Interna K: Cristina prefiere a Máximo pero llama a Florencia al escenario"
@passtome: "Vecinos de la CABA denuncian a La Campora por ruidos molestos; Boudou, involucrado"
@gjmentil: ¡Gran derrota del kirchnerismo en San Luis!
@miunicoheredero: "Violencia de genero: paliza de Cristina a la oposición"
@juanlojo: "Ahora dicen que algunas personas que votaron a Cristina en las primarias no volverían a votarla en octubre"


http://www.diarioregistrado.com/Sociedad-nota-52057-Los-mejores-tuits-del-hashtag-unatapaparaclarin.html

martes, 13 de septiembre de 2011

siempre un poco loca

"Andá a la psicóloga", "Lu: tenes que empezar la psicóloga". También están los que intentan ser más amables y soltarlo como una sugerencia; los que no te ven muy seguido y te lo tiran como una idea, como si nadie te lo hubiera dicho antes: "¿No crees que te haría bien empezar la psicológa?" "¿Qué estás esperando para empezar la psicóloga?". Y peor: hasta la gente que no me conoce, hasta la gente que simplemente escucha hablar de mi, opina "que vuelva a la psicóloga". ¡Carajo! ¿Tan trastornada estoy? ¿Cómo es que siempre, pero siempre, la gente se da cuenta de las cosas y yo no? ¿Cómo es que puedo aconsejar al otro tan bien, con tanta naturalidad, y no seguir ni un poquito el hilo de lo que digo, de lo que pienso cuando estoy en frío, cuando estoy de afuera? ¿Qué es lo que pasa? ¿Es que en mi propio contexto no puedo reaccionar, actuar, manejar las cosas? Sigo perdida. Estoy rodeada, rodeada de amigos que forman una especie de colchón bien suavecito para que cuando decida caer - o cuando me caiga sin querer -, para que cuando patine, cuando resbale o hasta quizá cuando me tire de cabeza, no me duela. ¿Cuándo es suficiente? ¿Cuándo dejamos de querer más y más? ¿Cuándo decimos basta? ¿Cuándo?  Me sigue dando miedo el abismo... no estoy sola, estoy con gente, gente hermosa y hasta mejor que yo y sin embargo no puedo siquiera mirar el precipicio. Sin embargo, no me animo. Loca, ¡deja de sentir! y empezá a usar el cerebro, que para algo lo tenes...

domingo, 11 de septiembre de 2011

Los hombres

No tienen punto medio. ¿Listo? ¿Ya está? ¿Eso era todo? Qué flojito.Y sino el otro extremo: dale nene, ¿qué pasa? ¿no te gusta? ¿cambiamos algo? Ya hicimos todas las posiciones habidas y por haber, sino tenes ganas decime así puedo dormir un ratito o comerme un chocolate. No, no somos nosotras las inconformistas que nunca estamos satisfechas con nada. O dos minutos o dos horas, ¿qué pasa con ustedes, muchachos? Manejemos los tiempos. La otra, típica: si queres ir despacito (y más despacito también) sos una histérica; pero si queres sacarte todo e ir al grano, de una, sos rápida. Dale, si queres sentirlo, ir volviéndote loca y más  loca con cada beso, cada caricia, cada sonido al oído; si tenes ganas de jugar con los dedos y recorrer la piel del otro suave, muy suave y cada vez un poquito más hasta volverlo loco; si queres jugar con las bocas y respirarle al otro en el oído, va lento la cosa, demasiado despacio. Pero si queres acorralar al otro contra una pared, sacarle la ropa, comerlo a besos, morderlo, tocarlo y gritarle cuánto te gusta, todo a la vez, es demasiado pasional, demasiado rápido. Dale, no vengan con que las mujeres son histéricas. Y sino la ropa. Si te pones una pollera/short/vestido corto es MUY corto, muy provocativo. Ahora si te pones un buzo de ellos que te queda grandote, holgado, que no te marca nada, es muy poco, no insinuas, no nada. Dale flaco ¿qué te pensas, que me visto para vos? Dejame de joder. Si tengo ganas de estar cómoda con una remera 5 talles más grande que el mio no me rompas las pelotas. ¿No te gusta? Vení y sacamela.
Los hombres... Si queres más es un problema, pero sino queres más es otro, ni hablar. Como diría un gran compañero de la vida "Lo mejor: tener sexo verdadero, ese en el que ambos se aman con locura y se quieren millonadas; ese en el que uno aprende a disfrutar cada segundo sin dejar de pensar ni un instante en el otro, porque la felicidad del otro es la tuya y la tuya la del otro". Lo mejor, sin duda, es sentir... nunca, nunca, dejar de sentir.

Las mujeres

Se quejan cuando lo hacemos todo rápido. "Sos un hijo de puta", nos recriminan por no haber pensado en ellas, por no haber durado tan sólo un poco más. Se quejan cuando no tardamos como quieren, cuando nos acostamos derrotados después del placer máximo, cuando las desvestimos con extremada prisa... pero también cuando decidimos tardar un rato, cuando pensamos más en ellas que en nosotros y demoramos adrede. Ahí sí, los cuestionamientos -sus inseguridadades- se suceden. "¿Por qué? ¿Por qué tardaste? ¿Es que no te gustó? ¿No te gusto?". Y después, peor, toda la semana se quedan pensando en eso y hasta por ahí te pregunten, mejor dicho, se cuestionen: "¿Es que lo hago mal?". Mujeres... Si no tardás es un problema, un gran problema, pero también si tardás más de la cuenta es otro. Lo mejor: tener sexo verdadero, ese en el que ambos se aman con locura y se quieren millonadas; ese en el que uno aprende a disfrutar cada segundo sin dejar de pensar ni un instante en el otro, porque la felicidad del otro es la tuya y la tuya es la del otro. Y eso es mucho más que hacer el amor, que simplemente hacerlo, es, como diría una gran compañera de la vida, sentirlo.
Darío Martelotti

No tiene sentido

- Que vengan cinco colectivos seguidos de la misma línea y después no pase uno en 40 minutos.
- Ir al súper a comprar una leche y tener que hacer una fila de dos horas.
- Querer hablar con alguien como amigo que en realidad está enamorado de vos.
- Que te quieran hablar como amigo cuando sos vos el enamorado.
- Almorzar una ensalada súper sana, súper liviana, para a la noche darte con unas papas a la crema bien pulentas.
- Escuchar una y mil veces la canción que te hace acordar a la chica que te rompió el corazón.
- Eliminar la canción creyendo que con eso todo va a andar mejor.
- Querer engordar para estar fea y que nadie se fije en vos, ni de casualidad, ni por error.
- Ir a una heladería y pedir gustos frutales. 
- Querer que te vaya bien en un examen y no estudiar nada.
- Tener que elegir entre comer fideos o milanesas cuando en realidad podes comer las dos juntas, un poco de cada una.
- Ir a mc donalds y pedirte una ensalada o una manzana de postre.
- Ir a mc donalds.
- Tener 19 años y no saber andar en bici.
- No tener ganas de cumplir 20 años.
- Cumplir 21 y lamentarlo.
- Tomar en una fiesta coca sin fernet.
- Ir a la fiesta sabiendo que está ella.
- Decidir no ir por las mismas razones.
- No llevar a tu novio sabiendo que el otro te puede ver.
- Seguir pensando en la otra.
- Compartir años de tu vida con una persona, las mejores, las peores, todo, y no volver a hablar nunca más.
- Pedirte perdón después de tantos años.
- Que queden cosas por decir.
- Que queden cosas por hacer.
- Que queden cosas por sentir.
- Escribir y escribir sabiendo que ya fue.
- Leer, chusmear, sentir, sabiendo que no puede ser.
- Que no sea el momento.
- Tener que elegir.
- Que tenga que pasar el tiempo.
- Esperar algo.
- Fumarme un porro sabiendo que no estás al lado mío.
- Preguntarte cosas que ya te contestaron.
- Pensar en un futuro y olvidar el ahora.
- Insistir en olvidar.
- Insistir en recordar.
- No haberte dicho todo lo que sentía.
- Habértelo dicho ahora.
- Que no me los hayas dicho nunca.
- Pretender ser el único.
- Haber tardado tanto.
- Fuera de contexto.
Co-producción: Darío Martelotti; Lucía Vincenti.

Amplitud mental

Loco, estudiamos psicología. Sí, de hecho nos encontramos después de mucho tiempo en una clase, en un eterno teórico donde charlamos un poco de la vida y tomamos algunos apuntes. Compartime mate, dale, pero no me vengas con eso de que "ese tipo de relaciones no funcionan". Sí, ya se que te lavé todo el mate más de una vez; ya se que te rompí las pelotas toda la clase porque se me caían cosas al piso todo el tiempo; pero no podes salirme con eso. ¿Qué? ¿Ahora resulta que las relaciones tienen que ser todas estereotipadas? ¿De eso vas a laburar? ¿Esa es tu filosofía, estudiante de psicología: que todos sigamos el mismo camino, las mismas formas de interactuar con el otro? No, navo! Crecemos, cambiamos, nos relacionamos. Y no hay nada más lindo que lo distinto, lo complicado, y por supuesto también lo simple, lo sencillo, lo común. Pero dale, ¿qué es lo "normal"? ¿Hay un estándar que separa las cosas? ¿Tenemos que seguir eso para que las cosas funcionen? Ni loca. No. Uno construye, y está en uno, en el otro, que las cosas funcionen o no. Que se forme un vínculo, un lazo, donde no haga falta aclarar, donde las cosas estén claras, donde sea igual para uno que para el otro y donde lo que digan los demás no tenga nada de importancia, porque nada saben y nada viven de eso, eso que uno sabe y siente y comparte con el otro.

Pero hay algo que me dejó dudando. Esto si me llamó la atención, y no porque me lo hayas dicho vos, sino porque justamente me lo dijo también un amigo hace no mucho tiempo. "Estás rodeada de relaciones complicadas". Yo le aclaré que era la gente lo que era complicada, no la relación. ¿Relaciones complicadas? No. Sigo negando. Sigo en desacuerdo. Sigo viendo otra cosa. Que no sea lo "común", lo establecido, el estándar, que sea "raro" (como me han dicho otros) no significa que sea complicado o inviable.

Así que no: no me vengas con eso.
La próxima clase llevo azúcar y algún otro temita para hablar como "el primer amor", el tiempo y las relaciones. Y ustedes, ustedes los ex, vos y él, ponganse las pilas che, que los cumpleaños son los cumpleaños y no se puede desaparecer. Ustedes no. 
Discutir, pelear y reírnos, y una buena, muy buena clase. 

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7... ¿y ahora?

Quiero. No quiero. Todo se está convirtiendo en una eterna contradicción y, en definitiva ¿a quién culpar? Siempre buscamos hecharle la culpa a alguien, responsabilizar y descargar sobre algún otro todas aquellas cosas que nos llevan a esos estados tan ambiguos, casi insoportables.

Amor y odio. Nadie nos dice qué está bien y qué está mal. Nadie tiene una verdad y quien crea tenerla que vaya equipandose con un gran chaleco, bien mushidito y a prueba de hierro, porque el día que se estampe de lleno contra una pared va a ser inevitable. A veces me gustaría que tuviéramos una especie de manual, algo que nos guíe. Pero seamos realistas: de ser así sería todo bastante aburrido. Ya sabríamos lo que nos hace bien y no tendríamos a quien culpar por todo aquello que elegimos y nos termina haciendo mal. Porque inevitablemente seguiríamos elegiendo aquellas cosas que nos hacen mal. Porque vamos contra nosotros mismos una y otra vez. Porque la vida es eso: sufrir, amar, dejar, desear y, como digo siempre: sentir.

Neurosis. El tiempo y la maldita cabeza con sus malditos pensamientos y la maldita mierda de no saber cuándo parar. Gritas que paren; que se detenga el mundo y te den tiempo - al menos unos minutos - para respirar y salir de ese agitado mar en el que te estás ahogando cada vez más, cada vez un poquito más. Miras atrás. Mirás, solo mirás, porque en realidad no podes hacer otra cosa que avanzar. Es un juego de fuerzas.

Volvimos. Dormir, despertar. Al fin pudiste dar dos pasos seguidos a la izquierda y sacar un poquito la cabeza para tomar aire. Dejaste de avanzar. Deseas, seguís deseando y sin embargo estás tan aliviada de haber podido frenar un instante. Y ahora temés. Levantaste el pie para hacer tu próximo movimiento - porque la vida es así, está constantemente en movimiento y no podes pensar, a penas elegir- y no sabes que va a pasar. No sabes si vas a caer de nuevo en aquel profundo, profundo verde, o vas a poder ir volviendo, despacito, hacia alguna otra orilla. Es tan tentador ir hacia atrás como ir hacia adelante. Ir hacia el dolor odio-amor como alejarte del deseo, odio-amor siempre.

Quiero. No quiero. Seguís sin saber. Estás apenas en equilibrio, colgando de un hilo, y cualquier movimiento puede llegar a ser en falso. No hablemos de control: eso no existe.

De repente Freud. No entendes. Te perdiste en el tiempo y ahora hay que volver. Sí, eso tenes que hacerlo. La gente de siempre. Jugas, reís, cantás y hasta bailás. Un trago, diez sonrisas todas a la vez y un abrazo familiar que te acomoda el alma. Ahora parece estar dandose lo que se tendría que haber dado desde un principio. Ahora sos vos, con vos y lo tuyo, dejando de escaparte y soltando aquello que ya no te hace más bien. Ahora nadás.

Sí, cada tanto el agua vuelve a llegarte al cuello. Y entonces... entonces pensamos en el nombre de una película que una vez una amiga fue a ver al bafici: be calm and count to seven. Y decimos, como dijo mi amiga: "nada, eso".

Por cierto: me quedé sin monedas. Voy a ver si encuentro algunas en el fondo del mar. Y si encuentro tu mano, mejor.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Tequila, sexo y marihuana

(...) Sigue el más ruidoso júbilo festivo, el desencadenamiento de todas las pulsiones y la licencia de todas las satisfacciones. Aquí nos cae en la mano, sin esfuerzo alguno, la intelección de la esencia de la fiesta
Una fiesta es un exceso permitido, más bien obligatorio, la violencia solemne de una prohibición. Los hombres no cometen esos excesos porque algún precepto los ponga de talante alegre, sino que el exceso mismo está en la esencia de la fiesta; el talante festivo es producido por la permisión de todo cuanto de ordinario está prohibido. 

Freud - Totem y Tabú

Negar que negamos

A nadie le gusta perder el control. Es un síntoma de debilidad, de no estar atento. Aún así, hay veces que no se puede evitar. Cuando tu memoria evoca su voz, tus oídos recuerdan su sonrisa y sentís esa mirada que te atraviesa el alma, el mundo deja de girar y te das cuenta de que volviste a perder el control. Da igual que lo intentes evitar: caerás y el miedo volverá a apoderarse de vos, sabiendo en esa caída libre, que no habrá nadie para agarrarte.

La clave de la supervivencia está en negar. Negar que estás enamorado; negar que hay alguien que te importa, que tenés miedo y, lo más importante: negar que negamos. Vemos lo que queremos ver y creemos lo que queremos creer. Y en realidad funciona: nos mentimos tanto a nosotros mismos que con el tiempo nos creemos nuestras propias mentiras hasta no reconocer la verdad delante de nuestras propias narices. Y entonces es cuando la realidad entra a escondidas y nos muerde el culo, porque sólo podemos autoengañarnos por un tiempo limitado. Nos enamoramos. Siempre hay alguien que nos importa y sentimos mucho miedo de eso. Negarlo no cambia la realidad. Antes o después tenemos que dejar a un lado las negaciones y enfrentarnos al mundo cara a cara y, cuando eso ocurre, decime ¿cómo lográs sobrevivir?