martes, 28 de agosto de 2012

Silencio

¿Qué es el silencio? ¿Qué entendemos por silencio?

Si buscamos la palabra en el diccionario figura: "abstención de hablar", "falta de ruido".

Mi primera clase de Grupos fue particular. El punto es que puede decirse a grosso modo que la materia fue, es y va a ser "diferente". Se propone, de alguna manera, salir de los protocolos e ir más allá. En algún punto me remite a la filosofía. Y la filosofía es algo con lo que lidio a menudo pero sin darme cuenta: uno puede hablar filosóficamente sin darse cuenta que en algún punto está hablando de filosofía. La cuestión es que la filosofía me está volando la cabeza: me gusta y no la soporto a la vez. La parte de no soportarla seguramente tenga que ver con esto de que va más allá de todo (demasiado más allá). La veo como un exceso. Un desencuadre total. 
"Me vuelve loca" le decía a él, que casi divertido de escucharme hablar y verme enloquecer con cada clase y cada "supra-visión", me respondió (creo que para seguir en la misma dinámica "filosófica", tan abstracta, atrapante, encantadora y terrorífica, tan necesitada de sentidos que no tienen sentidos y de contradicciones no contradictorias): "te vuelve loca porque no soportas que te guste algo así". Puede que sea cierto. Hoy por hoy digo que no me gusta, pero no puedo dejar de hablar de ello.

Todo esto viene a que en nuestra primer clase de Grupos (o lo que para mi es más bien Filosofía), hablamos sobre el silencio. De repente estábamos todos en una ronda sin entender demasiado de qué iba todo eso. No sabíamos si había o no profesor, quiénes eran alumnos, si era o no una clase, si había o no bibliografía o si en algún momento íbamos a encontrarle hilo conductor a todo aquello. Y por unos momentos lo único que nos unió fue el silencio. Y como era lo que parecíamos tener todos en común, nos pusimos a hablar de eso. 
Suena un poco contradictorio si te pones a pensarlo ¿no? ¿Se puede hablar el silencio? Hablábamos de algo que estábamos rompiendo por el simple hecho de estar hablándolo.

¿Es abrir un espacio el silencio?
En ese momento parecía ser un cartel enorme de bienvenida. 

Alguien dijo que el silencio comunica sin hablar. Y algún otro se preguntó algo que me llamó poderosamente la atención y me hizo sonreír mientras lo escribía: "¿qué pasaría si se levantara el volumen de los pensamientos durante el silencio?". Creo que en ese momento todos nos divertimos con la idea en nuestro foro interno. El silencio es un sin fin de pensamientos que no se dicen pero están. Es algo implícito. ¿Y cómo sería que todos dijéramos lo que sea que se nos pasa por la cabeza sin tener en cuenta el qué dirán, sin sentirnos estúpidos o sin justificarnos con el típico "es una boludez, no tiene sentido"? ¿Qué es el sentido? Yo creo que todo puede tener sentido o que nada puede tener sentido, y que todo puede no tener sentido, precisamente porque el sentido de las cosas es su falta de sentido. ¿Quién sabe?
Podría decirse que el silencio es algo distinto para cada uno de nosotros y para cada momento o contexto en el que se lo viva. Así, para algunos es una forma de comunicar y, por derivado, hay distintos silencios para comunicar distintas cosas. Hay quienes lo usan para escuchar, para adherir, para no ser ofensivo. Pero también se habló del silencio que se usa cuando no hay más nada que decir, cuando las palabras sobran. Otros distinguieron dos tipos de silencio: uno que puede ser cómodo y otro que muchas veces resulta  incómodo según la manera de interpretarlo o tolerarlo y según cuánto podamos disfrutarlo. Alguien dijo algo que puede que sea una obviedad, pero que como tal muchas veces olvidamos: existe el silencio para las actividades que lo demandan, como lo es por ejemplo la lectura de un libro.
El silencio puede usarse para hacer pausas, para omitir, para tomarse tiempo, para dudar y para comunicarse sin hablar: mirando, oyendo o moviendo. Yo creo que el silencio puede ser una necesidad, una intención, un pedido que no encuentra palabras o, sencillamente, puede ser todas esas palabras que no se dijeron. 

El silencio puede llegar a decir mucho más que las palabras y puede tener un significado lingüístico igual de importante que el de las cosas que se dicen. Y si se quiere... hasta puede llegar a ser más intenso. 

Así que hablar del silencio nos llevó a ese tema tan estudiado en la carrera de Psicología: el lenguaje. Y el lenguaje, justamente, no tiene por qué ser hablado. Aunque a veces necesitamos hablar, aunque en esa clase estábamos todos hablando precisamente del silencio, hay veces que también es necesario callar. Callar no por omisión, ni por respeto, ni por inseguridad. Callar ni más ni menos que porque necesitamos silencio.

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