domingo, 8 de abril de 2012

h - letra muda II

Resulta que a veces elegimos. Sí, no me digan que no. Yo niego, yo digo que no, pero en el fondo, en la tan pesada realidad, sabemos - sé - que no es así. Elegimos constantemente, no nos saquemos ese (gran) peso de encima.
Así que como se habrán dado cuenta no soy de las que tomen decisiones fácilmente. Quizás porque se vuelve fácil decidir cuando se sabe lo que se quiere. Pero cuando dudas o querés más o no sabés o no te alcanza o queres todo - sí, queres los dos mundos, queres ser blanco y negro al mismo tiempo sin convertirte en gris. Entonces se complica. Así que aborrezco decidir. Aborrezco decidir cualquier cosa. Y sin embargo vivo de eso - de mis propias elecciones. Porque elijo comer eso y no aquello, y tomar esa bebida y no esa otra; elijo esa película, ese plan de sábado, esa canción, esa persona y ese libro. Elijo eso. Quizás porque no me quede otra. Seguramente porque no pueda estar en dos mundos al mismo tiempo. O quizás porque simplemente quiera eso - sí, eso que estoy eligiendo. Lo que digo es que a veces actuamos y listo, y a veces tenemos - o deberíamos tener - que pensar en lo que hacemos. "¿Realmente está bien si lo digo?", "¿Lo hago?", "¿Voy?", "¿Llamo?", "¿Mando?", "¿A ese lugar?" nos preguntamos. Y nos preguntamos más y todo el tiempo. Y a veces, resulta que elegimos ser mudos - mudos como la letra h - ante algunas preguntas. Algunas preguntas que nos dan vuelta, que no queremos responder, que no sabemos cómo afrontar. Que no. Y otras, otras veces decidimos actuar sin pensar - y ahí es cuestión de suerte y nada más que de suerte que las cosas resulten bien o mal. Pero hablemos de nuestras decisiones y la temida responsabilidad que nos compete. Entonces elegimos pasar de largo, hacernos los ciegos - porque ojos que no ven... (nada más cierto) - y así pasa, pero pasa en trasparente. Lo decimos pero en silencio. Lo sentimos pero...
En fin. Lo que digo es: no me digan que no. Es así. Y no me digan que no enserio, porque es así para vos, para él, para ella, para mi y para todos; en la Quiaca, a la vuelta de casa, en la China y en todo el mundo.
Elegimos.
El tema es cuando elegimos ser mudos ante algunas preguntas - mudos, ya saben, como la letra h.

No hay comentarios:

Publicar un comentario